vivienda para Maricarmen y Nono en Granada



En un solar de pequeñas dimensiones, 110 m2, una marcada orientación norte-sur, siendo norte la calle a la que da fachada, y unas condiciones urbanísticas que permiten un desarrollo en altura de la vivienda son las premisas de partida, desde las que la vivienda busca “relaciones y acuerdos” tanto entre los diferentes usos de la misma como con sus límites; calle y patio sur.
Estos acuerdos permiten relaciones en la vivienda como calle-patio, patio-cocina-salón-calle, patio-dormitorio principal-salón-calle, y todos ellas con la luz como elemento vertebrador de las mismas.
La vivienda nace como macla de dos volúmenes, comunicaciones y estancias, con una relación visual entre los diversos niveles de estancias y una relación física de los mismos a través de esas comunicaciones. Estas dos piezas son tratadas de forma diferente, tanto en su relación con el exterior como en su caracterización lumínica interior. Mientras la pieza de comunicaciones aparece como un filtro, que genera situaciones de absorción de luz durante el día y actúa de linterna de noche. La pieza vividera se ilumina por cascadas de luz a través de lucernarios que bajan hasta el semisótano, y que van leyendo la evolución del transcurrir del día y  busca en horizontal las visuales cercanas hacia la esquina de la calle, apropiándose de los jardines vecinos.

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